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¿Cómo afecta la diabetes en el cuidado de los mayores?

Cómo afecta la diabetes en el cuidado de los mayores

Se calcula que más del 40% de las personas mayores de 65 años sufren algún tipo de diabetes en nuestro país, según indica la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). Datos suficientes que demuestran la importancia de conocer y controlar esta enfermedad para mejorar la calidad de vida de las personas que la sufren.

La diabetes es una enfermedad crónica del metabolismo que se presenta cuando los índices de glucosa en sangre son elevados. Esto se produce cuando nuestro cuerpo no es capaz de generar la cantidad suficiente de insulina (hormona segregada por el páncreas) encargada de mantener los niveles de glucosa en sangre. El exceso de glucosa puede provocar numerosos fallos, afectando especialmente a riñones, corazón y arterias.

Podemos encontrar varios tipos de diabetes si atendemos a la edad, síntomas o causas que la provocan:

Tipos de diabetes

  • Tipo 1: la diabetes de tipo 1 suele ser común en niños, aunque podría darse también en adultos mayores. El nivel de azúcar en sangre es muy elevado y el organismo produce muy poca o ninguna insulina. La glucosa, entonces, se acumula en la sangre en lugar de entrar en las células (hiperglucemia).
  • Tipo 2: es la más común y es más frecuente en adultos y especialmente en adultos mayores. Aparece por una disminución de insulina, las células no responden de manera adecuada y consumen menos azúcar.
  • Gestacional: es un tipo de diabetes que se desarrolla durante el embarazo como consecuencia de los cambios hormonales, pero que también influyen factores genéticos y estilo de vida.

Diabetes de tipo 2: Causas y síntomas en personas mayores

Es la más común en personas mayores generalmente ocasionada por hábitos de vida poco saludables como puede ser la inactividad, el sobrepeso u obesidad y también los antecedentes familiares. Las células en los músculos, la grasa y el hígado crean resistencia a la insulina y no interactúan de forma normal lo que hace que no incorporen el suficiente azúcar. Por otro lado, el páncreas no produce suficiente insulina para controlar los niveles de glucosa en la sangre.

Con frecuencia, los síntomas suelen aparecer con el paso del tiempo y, en la mayoría de los casos, no se diagnostican. Más de la mitad de las personas mayores, no saben que padecen la enfermedad, por eso, es importante prestar atención a signos como los descritos a continuación:

  • Aumento de la sed y hambre
  • Micción frecuente
  • Pérdida de peso
  • Problemas de pérdida de visión o visión borrosa
  • Heridas que tardan en sanar
  • Infecciones frecuentes
  • Hormigueo en las manos o los pies

¿Cómo se puede detectar la diabetes?

Para detectar y diagnosticar la diabetes y prediabetes, es necesario realizar un análisis de sangre mediante alguna de las siguientes pruebas. Habrá personas que no tengan síntomas, pero si factores de riesgo por lo que deben ser examinadas.

– Prueba de glucosa plasmática en ayunas: esta prueba se realiza en ayunas y mide la glucosa en sangre en un momento concreto. Lo mejor es realizarla por la mañana para obtener resultados más fidedignos y permanecer 8 horas sin comer o beber nada.

– Prueba A1C: consiste en un análisis de sangre análisis con el que se evalúan los niveles promedio de glucosa durante los últimos 3 meses. Es una prueba que no necesita hacerse en ayunas y en ella se tienen en cuenta factores como la edad, presencia de anemia u otro tipo de problemas en sangre.

– Prueba aleatoria de glucosa plasmática: se utiliza para diagnosticar la diabetes cuando existen síntomas y se puede realizar en cualquier momento.

– Prueba oral de tolerancia a la glucosa: mide la glucosa en la sangre después de un ayuno de 8 horas. Después, beberá un líquido que contiene glucosa. Es una prueba que se utiliza generalmente para las personas embarazadas, pero también para diagnosticar diabetes de tipo 2. Con esta prueba, se puede detectar también la prediabetes y es una prueba más costosa y no tan fácil de realizar.  Para realizarla, se tendrán que obtener una muestra de sangre una hora después de beber el líquido que contiene glucosa y nuevamente después de 2 horas.

Todas estas pruebas diagnostican si un paciente tiene o no diabetes, aunque no el tipo que es. Para ello se deben realizar otras muestras de sangre y ver a que tipo pertenece. 

Cuidado de personas mayores con diabetes

Según los expertos del centro de ayuda a domicilio en Salamanca, un estilo de vida saludable puede ayudar a prevenir y mejorar este tipo de diabetes en personas de avanzada edad, las cuales, se calcula, que una de cada tres personas mayores de 65 años la padecen.

  • Dieta sana y equilibrada: Reducir el consumo de grasas y aumentar la ingesta de fruta y verduras.
  • Limitar la cantidad de azúcares: que son absorbidos rápidamente por el intestino, provocando picos descontrolados de glucemia.
  • Realizar ejercicio regularmente: ya sea caminar, nadar u otro tipo de actividad moderada, ayudará a mantener la masa muscular y articulaciones en buena forma, además de ayudar a metabolizar la glucosa.
  • Prestar atención a los pies: controlar la aparición de heridas.
  • Vigilar el peso: importante en las personas diabéticas que tienen tendencia a engordar, poniendo atención a las calorías ingeridas a diario.
  • Chequeos médicos.
  • Evitar fumar: el tabaco favorece la aparición de diabetes y causa otras enfermedades cardiovasculares.

Alimentación en personas mayores con diabetes

Como ya hemos adelantado, la alimentación es una parte muy importante para los mayores que sufren de diabetes y el control de lo que comen es notable en el desarrollo de la enfermedad. Los hábitos de comida y los horarios son esenciales para llevar una rutina con la diabetes. Así, lo correcto sería establecer cinco comidas al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena, de las que tanto la persona mayor como su cuidador podrán controlar mejor las cantidades y valores de glucosa en sangre para impedir cualquier complicación.

Los alimentos se pueden distribuir en grandes grupos. El primero de ellos son los hidratos de carbono que aportan la energía necesaria diaria y que suponen la mitad del aporte calórico de la dieta de una persona, por lo que, una persona diabética, debe limitar limitarlo haciendo uso de verduras, hortalizas y fruta en vez de arroz, pasta o pan. La fibra tiene una gran importancia en los diabéticos ya que ayuda a controlar los valores de glucosa, por tanto, su nivel en sangre se mantiene más estable durante un periodo mayor de tiempo.

Por otro lado, y como hemos señalado en el punto anterior, tanto el azúcar como las grasas deben limitarse al máximo incluso evitar por completo. Su consumo en personas diabéticas puede ocasionar el desarrollo de enfermedades cardíacas por el aumento del colesterol en sangre. En definitiva, llevar una dieta variada y equilibrada debe ser la base para una buena alimentación, consumiendo alimentos que les permitan jugar con diferentes platos y formas de comer.

Controlar la diabetes es muy importante para no desarrollar otro tipo de enfermedades asociadas, por lo que debemos realizar chequeos médicos frecuentes y prestar atención a los posibles síntomas comunes.